DREAM THEATER - The Astonishing


Desde su debut en 1985, Dream Theater nunca fue una banda que siguiera los dictados de las tendencias musicales en boga: en tiempos de música alternativa y rap metal llevaron la bandera del metal progresivo a estadios, a través de discos que eran una cabal muestra de virtuosismo, aunque muchas veces llevado a un punto demasiado críptico.

Tras la salida del baterista y alma mater Mike Portnoy en 2010 (reemplazado por el ex Steve Vai y Extreme Mike Mangini) la banda decidió probarse a sí misma, intentando demostrar que la magia seguía intacta.

En éste, su tercer álbum en esta nueva etapa, la banda apuesta todo a ganador, aunque corriendo riesgos. The Astonishing es una ópera rock hecha y derecha con todos los elementos clásicos del género en un disco doble: una obertura (Dystopian Overture), narración en dos actos, diversos personajes (incluso el cantante James LaBrie utiliza diversos tonos para cada uno de ellos), interludios, largos pasajes instrumentales y cierta evocación a los musicales de Broadway.
Si bien la historia contada en The Astonishing (creada por el guitarrista John Petrucci) se termina convirtiendo en un cliché (la eterna lucha entre el bien y el mal dentro de un universo simil Star Wars en un futuro post apocalíptico como el de Terminator), los 34 tracks (que ocupan casi dos horas y media de música) se convierten en una experiencia a disfrutar, aunque no todos se sientan invitados al banquete.

Mientras que sus últimos trabajos la banda mostraba su costado más duro; el formato de opera rock le permite al quinteto dar rienda suelta a sus influencias: The Gift of Music y Our New World los muestra en una veta melódica poco visitada últimamente, A Life Left Behind suena al viejo Yes y Brother, can you hear me? tiene toques del Queen más épico

De todos modos tanta parafernalia tiene sus altibajos: el bajista John Myung parece solo un convidado de piedra y la tensión virtuosa que caracterizaba a la banda (que se hace presente de manera más lograda en Moment of Betrayal) queda relegada entre tantas orquestaciones ejecutadas por la Filarmónica de Praga y piezas que actúan de separador; lo que sumado a la gran cantidad de baladas (algunas disfrutables como Act of Faith y Begin Again) hace que el lado romántico le gane al lado oscuro, para decepción de los seguidores más radicales.

Que 30 años después de su fundación, una banda siga decidiendo tomar riesgos es siempre una buena decisión; y en ese aspecto Dream Theater siempre estuvo a la vanguardia.


@aledocarmo

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