THE CURE – Estadio River Plate 12/04/2013 ****

En una maratónica sesión de tres horas y media, el mítico quinteto dark volvió a tocar en Buenos Aires luego de 27 años y brindó un show impecable

La tristeza (por suerte) no tiene fin




1987- La primera visita de The Cure a la Argentina (en el Estadio Ferrocarril Oeste) daba como resultado un perro policía muerto, puestos de comida rápida destrozados, corridas, golpes, cadenazos y un Robert Smith muerto de miedo que, después de entrar corriendo a su camarín y huir despavorido del estadio, juró no volver a pisar nunca más el país.
Argentina aun no lograba adaptarse a las visitas de artistas internacionales de rock, mientras que The Cure era una banda que, con el lanzamiento de su séptimo disco Kiss me, kiss me, kiss me, hacia pie en el mercado norteamericano y peleaba cabeza a cabeza con U2 y los agonizantes The Smiths por el cetro del pop rock mundial

2013 - Afortunadamente Robert Smith rompió su juramento y The Cure vuelve a pisar suelo porteño, aunque las condiciones han cambiado bastante: las visitas internacionales al país son moneda corriente, el público local ya no espanta a sus visitantes (incluso algunos elogian su desempeño) y The Cure busca adaptarse a los tiempos que corren aunque se encuentre sin contrato para nuevo material a la vista que ponga fin a una sequia discográfica de cinco años.
Todo eso queda de lado cuando entre penumbras (como no podía ser de otra manera) Smith aparece en escena para hacer realidad el sueño de toda una generación dark: el regreso del padre pródigo.

Cuarenta canciones en un maratónico show de tres horas y media parece a priori un exceso. Como si la banda quisiera dejar a todo el mundo satisfecho y no negarle a nadie su tema favorito. El hat trick inicial de Plainnsong, Pictures of You y Lullaby muestra a Disintegration como disco de cabecera dentro de la lista de temas del show.

Y mientras el público espera por la mejora de un sonido que nunca terminó de acomodarse, el The Cure modelo 2013 presenta un quinteto volcado sonoramente a su etapa más oscura, con el reciente agregado del guitarrista Reeves Gabrels (colaborador también de David Bowie) llenando satisfactoriamente los zapatos del renunciante Porl Thompson. En la batería está Jason Cooper, fiel a The Cure desde 1995 e impecable en la labor de combinar lo acústico con lo electrónico. Si bien el histórico Simon Gallup (el segundo en importancia histórica después de Smith, y también junto con el cantante el único que estuvo en los shows de 1987) es fundamental a la hora de marcar la base, e incluso aportar la presencia escénica de la cual el líder carece, es el tecladista Roger O'Donnell la verdadera columna vertebral del sonido de la banda, ya sea creando climas, como llevando adelante al grupo en temas como Love songFrom the Edge of the Deep Green Sea.

El sonido, que parece mejorar en los temas lentos, hace agua en el repertorio más pop con End of the world a la cabeza, hasta que la dupla In Between Days /Just Like Heaven agita al publico que combate el frío saltando en el campo. La lista de temas incluye todo lo que uno esperaba, y más: desde los momentos más oscuros y experimentales, hasta los hits mas radiales, el repertorio de la banda pasó por todas las etapas y casi todos los discos (salvo Bloodflowers extrañamente ausente).
De versiones simples y directas de Mint Car y Friday I'm in Love se pasa sin solución de continuidad a sorpresas como la emotiva Trust (del disco Wish, otro referente discográfico del show) o la casi heavy Want (con un gran aporte de Gabrels), además de rescatar gemas como Charlotte sometimes y Fascination Street

Pasan como si nada casi dos horas de show y la banda aún no se tomó ni un respiro. Se sabe que no hay que esperar solos ni muestras de virtuosismo, ni mucho menos demagogia por parte de The Cure.
Robert Smith asume que su presencia es hipnótica, por eso no se esfuerza en desplazarse por el escenario (todo lo contrario a un frontman del estilo de David Lee Roth por ejemplo), y solo se limita a agradecer tímidamente o presentar solo alguno de los temas. Su voz se mantiene intacta y pasa sin problemas de las partes lúgubres a los momentos más agudos, y cuando llega el primer final con Disintegration y muchos ya se habían retirado del estadio o buscado refugio del frío en los pasillos, algo nos dice que lo mejor está por llegar.

Tras un breve descanso, y antes de los temas clásicos que todos esperan, Robert dice que aun no tuvimos suficiente dark en la oscura noche y se despacha con tres joyas al hilo de ese séptimo disco que presentaron en 1987: The KissIf Only Tonight We Could Sleep y Fight, para darle paso a una nueva despedida antes de la segunda y última tanda de bises para hacer saltar a los que se quedaron hasta el final: es el momento de los hits inoxidables como The Lovecats, Close to me, Why cant I be you? y el himno Boys don´t cry antes de la despedida definitiva (y promesa de regreso mediante) con su primer single 10:15 Saturday Night y la joya post punk inspirada en Albert Camus: Killing an Arab

Robert Smith: un hombre al que definitivamente le gusta pagar con creces sus cuentas pendientes. Bienvenido sea


Lista de temas 

Plainnsong
Pictures of You
Lullaby
High
The End of the World
Lovesong
Push
In Between Days
Just Like Heaven
From the Edge of the Deep Green Sea
Sleep When I'm Dead
Play for Today
A Forest
Primary
Bananafishbones
Charlotte Sometimes
The Walk
Mint Car
Friday I'm in Love
Doing the Unstuck
Trust
Want
Fascination Street
The Hungry Ghost
Wrong Number
One Hundred Years
Disintegration

The Kiss
If Only Tonight We Could Sleep
Fight

Dressing Up
The Lovecats
The Caterpillar
Close to Me
Hot Hot Hot!!!
Let's Go to Bed
Why Can't I Be You?
Boys Don't Cry
10:15 Saturday Night
Killing an Arab

Artistas invitados: Di Giovannis y Utopians
Fotos: Gentileza Agustín Dusserre (Rolling Stone)

Comentarios

santiago segura dijo…
Gran show, a pesar de que el sonido fue y vino y jodió un poco (se entiende por el viento; y el frío que hacía...).

Me dio la impresión de que disfrutan más (Robert seguro) tocando los temas oscuros / pesados, en cambio los hits, que son canciones pop más llanas, redondas y tarareables, se los sacan de encima. Por ejemplo, "A forest" o los tres temas del primer bis estuvieron terribles y "Friday I'm in love" me pareció que lo tocan para cumplir. Los que me acompañaban coincidieron.

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